miércoles, 1 de noviembre de 2006

No hay nada


Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito "¡Todo!", y el eco dice "¡Nada!".
Grito "¡Nada!", y el eco dice "¡Todo!".
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
Vida. José Hierro.




NADA POR AQUI - BUNBURY & URRUTIA

3 comentarios:

  1. Un juego: todo y nada, para el día de difuntos, en un cuaderno cuyo título juega también a los contrarios: "despertar es morir" nos dice (siempre hablan en presente) el poeta.

    Día de difuntos. ¿Cómo se saludarían Hierro y Bécquer? Dos vidas incompatibles, la misma pasión sin embargo, el mismo cielo en forma de verso.

    El paraíso, si existe, debería ser sólo para los poetas.

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  2. Los poetas no necesitan palabras ni saludos..se entienden solo con mirarse...aunque discrepen les une una misma sintonía..respiran una misma composición de aire..y ven cromatismos comunes a sus púpilas..invisibles para los demás.

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  3. Ojala fuera tan sencillo como mirarse, pero sí. Los matemáticos dicen que el suyo es el único lenguaje universal. Es posible, pero la poesía es tan antigua como su disciplina, y la belleza no necesita ni siquiera un idioma para entenderse. Basta con verla, para verse en ella.

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