domingo, 3 de diciembre de 2006

Capricho

Doña Maria Josefa Alonso Pimentel, sabía rodearse de lugares bellos, vivir entre lo mas selecto de la intelectualidad y el mundo artístico. No en vano era considerada una de la "damas principales" de la sociedad de su época según algunas crónicas. Doña María Josefa, o mas conocida por Duquesa de Osuna, era el reflejo de la mujer culta de su tiempo y tenia diversas actividades importantes, fue presidenta de la Sociedad Económica de Amigos del País y se identificaba con la cultura francesa, haciendo de mecenas de intelectuales y artistas de su época. Por eso decidió construir "El Capricho".Este se construyó entre 1787 y 1839 en la Alameda de Osuna de Madrid. En 14 hectareas hizo su propio paraíso y lo compartió con sus amistades. El trazado de los jardines se lo encargó al francés Jean Baptiste Mulot y el diseño del palacete al prestigioso arquitecto Antonio López Aguado. No era un parque normal, era un parque temático, con su laberinto, su embarcadero,su casa de la vieja y lo que mas me ha gustado: el Casino de Baile. La duquesa de Osuna fué la primera protectora de Francisco de Goya, con la que mantuvo una gran amistad(¿) algo mas para otros. Este, realizó la decoración del Palacete y realizó varias obras para sus interiores. Junto a la Duquesa de Alba, la Osuna disputó y compitió por las atenciones del pintor, aunque a ambas les unia la misma adversidad y repulsa hacia la reina Isabel. Cuentan las malas lenguas, que una vez, la Duquesa de Osuna se enteró del diseño que la reina luciría en una importante celebración y mandó copiar el modelo para todas sus damas de honor. La sorpresa de la reina sería mayúscula.
Debió de ser una época de fiestas y brillos afrancesados, con una estética muy cuidada hasta en los mínimos detalles, como nos cuentan los retratos de Goya.
Cuando murieron los duques, el parque, pasó por varias manos. En 1932 fue declarado jardín histórico y en 1943 jardín artístico. Lo mas sorprendente es su uso en la Guerra Civil ya que sirvió de cuartel al General Miaja que construyó bajo él un auténtico búnker cavado a 15 metros donde se decidió la rendición de Madrid y el desenlace final de la Guerra . En 1974 el Ayuntamiento compró el parque, pero hasta 1987 no comienza su reconstrucción y habilitación hasta hoy dia. Hoy la mañana madrileña era bastante desapacible, el viento arremolinaba auténticas lluvias de hojas, en su mayor parte amarillas. El espectáculo era gris pero maravilloso. Pude disfrutar de una ardilla bastante acostumbrada a las visitas. Ante mi, acabó su almuerzo. Hermosas hileras de cipreses,y ese Casino octogonal, de tonos pastel.¿Cuantos bailes e intrigas habrán visto sus paredes?. Un embarcadero sin barca, en un lago de cuento, en el que habitan patos..y otros estanques maravillosos. Me quedé corta de tiempo, tengo que volver a ver el Palacete, la galería de estatuas... pero será en primavera. Un autentico "capricho" para los sentidos este parque madrileño, por el que paseaban del brazo la duquesa y don Francisco
rememorando alguna de sus meriendas campestres.


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4 comentarios:

  1. A veces me pregunto si vivimos en el mismo Madrid, querida MB. En el mío no hay nada de lo que encuentro después en tus apuntes. Muy buena la invitacion a compartir visita y capricho a través de tus ojos, muchas, muchas gracias.

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  2. ¡Claro que vivimos en el mismo Madrid!
    Solo hay que ponerse en las pupilas de encantamiento.
    ¿Sabes? desde fuera del Botánico, el Retiro o este parque del Capricho , Madrid es ruido, contaminación y bullicio insano. Pero si atraviesas la verja de estos espacios encantados te reconcilias enseguida con su tiempo histórico, como un viaje imaginario, solo hay que poner voluntad.
    La misma que ponía esa corte de aristotócratas amigos de Goya, y de nuestras dos duquesas, para disfrazarse de campesinos e irse a orillas del Jamara a merendar y bailar y jugar a lal gallina ciega, como si "fueran gente el pueblo llano"; o la corte francesa disfrazada de pastorcillos.. tan bien reflejada por Fragonard .
    Todo es imaginación querido Trilce, pura imaginación.

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  3. Me pongo esas gafas esta misma tarde, con la esperanza de tenerlas bien ajustadas durante el puente, largo puente -qué regalo-. No llegaré a vestirme de pastorcillo -no sé qué acabaría pareciendo- pero prometo cruzar al menos una de esas verjas encantadas. Yo también quiero pisar el mes de otoño.

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  4. Algunas informaciones que no te vendrán mal.
    El Capricho.
    El Retiro.
    El Botánico.

    Ademas de la voluntad, hay que poner la información, por saber los horarios y esos datos de ubicación.
    Espero informe detallado de la visita, después del puente.

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