miércoles, 21 de noviembre de 2007

Puros y son





Francisco Repilado, nació en la playa de Siboney (Cuba) el 18 de noviembre de 1907, por lo que hace unos días, hubiera cumplido 100 años.Todos le conocemos mejor por Compay Segundo.

Fue guitarrista, clarinetista y compositor.
Ya en Cuba, aprende el oficio de "torcedor de tabacos" al mismo que daba clases de música con una jovencita maestra llamada Noemí Toro, eligieno el clarinete como instrumento.

Después de tocar en varias bandas, forma el dúo Los Compadres con su vecino Lorenzo Hierrezuelo.



Desde entonces, integró varias bandas y grupos: el sexteto Los Seis Ases o el Cuarteto Cubanacán, hasta crear en 1956 el grupo Compay Segundo, con el que trabajó hasta su muerte.

Sus sones, guarachas, boleros y canciones, de ricos matices caribeños. Su voz, grave y redonda, acompañó a célebres cantantes de fama mundial; y en su grupo, con sus muchachos, fue capaz de poner a bailar a multitudes de todos los continentes. Realizó giras por América Latina y Europa, particularmente España, donde grabó sus últimos discos. Entre sus obras se encuentran Sarandonga; Chanchán; Saludos, Compay.

Su son Chan Chan es irresistible y ha sido escuchado en todas partes del mundo. Por eso, y por muchas otras razones, Compay Segundo fue el gran representante de la música cubana.

Una anécdota: Como trabajador del oficio de los puros y gran fumador, cuando cumplió 94 años, la
marca Montecristo le regaló un humidor único, con 156 tabacos Montecristo con su rostro en la anilla.




Hace cinco años que nos dejó, a los 95, en su casa de la Habana; pero Cuba sigue alimentando y homenajeando
su recuerdo.
Cuba...y el mundo entero.

4 comentarios:

  1. TUVE LA SUERTE DE CONOCERLE EN UN ACTO HOMENAJE QUE LE DIO LA SGAE ,CREO RECORDAR QUE FUE UNA DE SUS ULTIMAS VISITAS A ESPAÑA
    UN SALUDO

    ResponderEliminar
  2. Pués si que es suerte la tuya.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Tenemos su voz y sus discos.
    Es lo que tiene el trabajo valioso: su autor sobrevive en él.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Si, es una suerte poder seguir escuchándolo.
    La voz nunca muere.

    ResponderEliminar