lunes, 7 de enero de 2008

-espia del silencio-





Cuántas veces he estado
-espía del silencio-
esperando unas letras,
una voz. (Ya sabidas.
Yo las sabía, sí,
pero tú, sin saberlas,
tenías que decírmelas.)
Como nunca sonaban,
me las decía yo,
las pronunciaba, solo,
porque me hacían falta.
Cazaba en alfabetos
dormidos en el agua,
en diccionarios vírgenes,
desnudos y sin dueño,
esas letras intactas
que, juntándolas luego,
no me decías tú.
Un día, al fin, hablaste,
pero tan desde el alma,
tan desde lejos
que tu voz fue una pura
sombra de voz, y yo
nunca, nunca la oí.
Porque todo yo estaba
torpemente entregado
a decirme a mí mismo
lo que yo deseaba,
lo que tú me dijiste
y no me dejé oír.

Pedro Salinas.
Mute. Thomas Oldur

2 comentarios:

  1. Amiga Butterfly: Cada tanto, salgo por la blogósfera en busca de buenas páginas para refrescar una de las secciones de links de la mía. Así, sin rumbo fijo y con entusiasmo, suelo encontrar atrayentes perlas como Despertar es morir. Ya mismo te estoy linkeando y te envío un abrazo caluroso (estamos en verano, de manera que es metafórico y literal) desde Buenos Aires. Nos seguimos viendo en la red infinita.

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  2. Muchas gracias Humberto.
    ¿Sabes? tu blog tambien tiene posts magnificos, me quedó con muerte en venecia, una de mis debilidades.
    Correspondo con un link al tuyo.
    Verano...es època de decisiones precipitadas, supongo que el calor obliga a ello.
    Invierno: los hechos y los pensamientos parecen ir mas despacio, como si se congelarán esperando el deshielo.
    Un abrazo.

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