lunes, 31 de marzo de 2008

Territorio Charro: Piedra y Plaza.







PIEDRA




La Piedra "mágica" de Villamayor, es la responsable, de que el atardecer en Salamanca, sea la metamorfosis de la arquitectura en oro.





Todos sus edificios esperan los últimos rayos del ocaso, para dejarse bañar por los destellos que le proporcionaran un onírico efecto áureo.
Este material, también llamado Piedra Franca, destaca por su facilidad para ser cortada, su labra y talla, siendo propicia para la filigrana, alma del Plateresco.
Además de su facilidad de fina labra por su blandura, posee unas vistosas coloraciones desde el blanco/amarillento al pardo/rojizo.
La explicación no es otra que la cantidad de óxido de hierro, que puede poseer.

Aun así, esta "delicada dama" de Villamayor, no gusta del exceso de agua, por lo que se trata de aislar de la humedad por medio de basamentos y se controla su exceso por las numerosisimas gárgolas y canales, que veis en todos los edificios que están construidos con ella.
Tenemos el material, pasemos a la obra.




PLAZA




Decía Miguel de Unamuno de la Plaza Mayor de Salamanca: "es el corazón henchido de sol y de aire" y al mismo tiempo, el lugar donde el sol sana, el lugar de los mil idiomas, un lujo, un placer para la vista y los sentidos.




Yo os la dejo como la encontré nada mas llegar: cubierta por la lluvia, con sus terrazas desiertas de clientes, con el pavimento brillante cual espejo.











Pero a las pocas horas, el sol llenó el recinto, el sol que sana, y devolvió el azul al cielo y el oro al impecable lienzo que conforma el cuadrilátero, de simetría indiscutible y armonía continuada.










Como las obras deseables, se hace necesario la dosificación de imágenes y sobre todo con la intención de no cansaros.


El viaje dió para mucho, aunque con esto cierro el capítulo de hoy, prometiendo nuevos esbozos de mi visión salmantina.






Gracias a Victor, por darme la idea, y como sé que le gusta mucho el flamenco, le voy a dejar una canción muy acorde, emblema de la ciudad.









Piedra y Plaza



6 comentarios:

  1. Hola, me gustaron mucho las fotos de la Plaza Mayor de Salamanca cubierta por la lluvia. Le apetece a una andar por ahí y mojarse un poco.

    Entré además al enlace que provees para ver la exposición de tu amigo Victor. Coincido en que la muestra virtual no debe compararse con la real, pero ya que la distancia conspira en mi contra, me asomé desde mi pantalla. Hay fotos estupendas, algunas tan elocuentes que hasta el título sobra. Tienen mucha belleza, me gustan las espontáneas y las que vencen fronteras, que igual las pudo haber tirado acá en el Caribe, en la plaza de mi pueblo, porque lo que traciende son unos ojos honestos o pícaros y unas manos cálidas con mil historias escondidas entre sus dedos. Gracias por la recomendación.
    Saludos,
    Isamari

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  2. Muchas gracias por los comentarios Isamari.
    Coincidimos en una fotografia se convierte en arte, cuando ademas de transmitir información, transmite sentimientos o emociones.

    Un abrazo.

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  3. Preciosas fotos de verdad y muchas gracias por recordar a un grande como Farina.

    Confieso que soy un enamorado de la piedra de Villamayor y verla en tus fotos ha recordado la gran sensibilidad que tienes y que es la envidia de muchos.

    GRACIAS!

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  4. Nunca nos cansaría (al menos a mí) el atardecer dorado de Salamanca, sólo comparable con algunos del Mediterráneo.
    Estéticamente, me parece la ciudad más bella de España. Y su Plaza Mayor una de las más bellas del mundo.
    Sin exagerar.

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  5. Pues yo, Fernando, ayer tuve la dicha de ver otra faceta, la del "plateado".
    Es tambien muy hermosa cuando luce bajo la lluvia y el pavimento se vuelve argentado.
    Siempre se ha comparado con la de Madrid.
    Son muy distintas, sin duda lo que hace hermosa a la Salmantina, es su ritmo y simetria, a pesar de no ser un cuadrado perfecto.
    Los ojos la recorren como en un baile de persianas, vanos y molduras perfectamente armonizados, como si fueran una sola pieza.

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  6. Ese peculiar tono de la piedra de Villamayor, con esas tonalidades ocres y rojizas es lo que hace tan vistosas las fotografías de Salamanca. Tiene también su problema, como se puede ver en una de tus fotos, es muy vulnerable a la erosión.

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