viernes, 26 de septiembre de 2008

lejos del alcance de los niños...





Recuerdo aquel elegante tomo, siempre en la estantería mas alta, lejos del alcance de los niños.
Quizá por eso, porque me decían de niña, que esos libros todavía no podía leerlos, conseguirlos era la principal ocupación de mi mente.

Pertenecía a una cuidada colección de clásicos de literatura de toque erótico, sin duda no apropiado para una niña de siete años.

Pero yo no me resistía, y en cuanto tenía ocasión de quedarme sola en casa, armada de escalera y valentía, me lanzaba a la aventura de ojear el prohibido "Naná" de Emilo Zola.

Y en los pocos párrafos que me dio tiempo a leer, en mis furtivas desobediencias, nunca encontré motivo de escándalo, ni justificación al destierro de tal lectura.

Al cabo de los años, después de leer Naná comprendí, que lo realmente escandaloso, no era el hecho de que la protagonista fuera una prostituta, sino el cruel juego que practicó con los hombres que la rodearon.

Naná representa la mujer manipuladora, de una atracción irresistible que hace de los hombres marionetas sin voluntad, no importando que estos sean de la clase alta, de edad joven o madura...comprometidos o no.

Naná representa la ambición, el capricho, el simple gusto por conseguir algo y abandonarlo.Va destruyendo a todos los que la desean, como una auténtica depredadora.

Naná representa a un amor que alborota, uno que no se ajusta a la moral de su época. Una diosa que nació para provocar.

El mismo autor la define así cuando aparece en su novela:

"Las nubes atrás del escenario se apartaron y apareció Venus”.


Pero todo el encanto de esta Venus, no es mas que una disculpa para que Zolá con su novela naturalista, critique tanta hipocresia y decadencia de una sociedad francesa, ahogada en sus complejos y contradiciones.

Volver a pasear por Naná, es un ejercicio que os recomiendo, (solo si tenéis mas de siete años.)



Naná. Lovis Corinth.

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