sábado, 13 de septiembre de 2008

Para engolfarme en mi dicha




...Así, amada mía,
cuando desnuda te rozo,
cuando muy lento, despacísimo, regaladamente te toco,
en la maravillosa noche de nuestro amor.
Con luz, para mirarte.
Con bella luz porque es para ti.
Para engolfarme en mi dicha.
Para olerte, adorarte,
para, ceñida, trastornarme con tu emanación.
Para amasarte con estos brazos que sin cansancio se
ahorman.
Para sentir contra mi pecho todos los brillos,
contagiándome de ti,
que, alma, como una niña sonríes
cuando te digo: « Alma mía... »


Fragmento de "El alma".Vicente Aleixandre.
Foto: Carlo Pieroni.

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