martes, 14 de diciembre de 2010

Olor a piel.



-¿No te duchas?
-No, luego en casa.
-Lo digo por el olor, siempre queda el olor.

¿Olor a piel con piel? pensó y calló ella, mientras el se metia a la ducha del baño del hotel.

Cerró los ojos y se escaparon un par de lágrimas, mientras el luchaba por quitarse su olor, con la firme intención de no dejar un rastro de su pasión carnal, ella pensabá sin embargo ¿cuanto tiempo durará el olor de sus besos en mi piel?

El frio de la noche madrileña caía como un cuchillo en el barrio de las letras, él salió primero y ella tres cuartos de hora después.Toda precaución era poca.


El salió rapido, miró levemente a todos lados y siguió caminando firme sin volver la cabeza.

A ella solo le acompañaba su olor y una inmensa sensaciòn de tristeza e impotencia,  por las amarillentas y nebulosas calles de la capital. 

Aprendiz de primavera.

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