domingo, 29 de marzo de 2015

viernes de dolores

























No duele, la piel se acostumbra a la presión de sus dedos.
La carne recibe sus afilados mordiscos como clavos de un crucificado.
No duele, tirar, estirar, frotar, apretar.
El cuerpo se hace flexible ante la pasión incontrolable.
No duele, es compartir oxigeno y fluidos.
Un solo cuerpo, que penetra el espacio.
No duele, y luego la dulzura se hace compañera,
que mas dá lo que dure!
que mas dá que sea un sueño!
Al fin y al cabo, la realidad corrompe lo que toca.



Aprendiz de primavera