sábado, 31 de octubre de 2020

Mortaja





Era como haber subido al cielo.

Yo no tenía frío.

Reíamos juntos escandalósamente.

Tiraste del edredón sin funda,

para cubrirnos,

comó si así no fuese a oler a nuestros cuerpos!

(siempre tan ingenuo)

Sentí el calor de tu piel desnuda, 

ardías sobre mí

bajo ese iglú de plumas que nos envolvía 

Qué dulce muerte haber muerto así!

sin mas mortaja que tu cuerpo sobre el mio!




Aprendiz de primavera.

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