domingo, 15 de febrero de 2009
Arco 2009: La imagen sexual como lenguaje.
Es fácil encontrar obras de contenido sexual, erótico o fetichista en ARCO, pero en el universo de lenguajes y metáforas se nos aparece, en numerosas ocasiones, como algo completamente descontextualizado.
El desnudo, el sexo o la imagen erótica, es solo una herramienta con la que el artista crea sus composiciones, lo mismo que usa sus pinceles o compone un collage.
Quiero destacar la presencia en ARCO de dos mujeres que han sabido usar tanto el desnudo como la imagen femenina y sus fetiches para hablarnos atraves de su obra:
Esther Ferrer y Madeleine Berkhemer.
Esther Ferrer es una donostiarra, que pertenció al grupo ZAJ y fue pionera en España del arte conceptual.
Desde los años setenta gran parte de su trabajo estuvo centrado en las performances, el arte objetual, las instalaciones, etc. Tras la disolución del grupo la artista vuelve a la materialización del arte en forma de instalaciones y objetos cargados de humor e ironía.
Su obra gira en torno a tres elementos: tiempo, espacio y presencia.
Su proyecto de autorretratos, queda bien definido en este artículo, fotos realizadas cada cierto tiempo comparadas con las anteriores y testigos del paso del tiempo en el rostro humano.
En el stand de el País, también podemos contemplar su homenaje al paso del tiempo.
Pero volviendo al tema de nuestro post es interesante decir,que Esther suele ser la modelo de todas sus obras y performances.
Este año Arco presentó su serie de retratos "El libro del sexo" donde se representan varios párrafos del Génesis que tienen en un sexo femenino su principal medio de expresión.
Interesante también sin duda, su pieza: realizada tomando como muesta un dibujo de Da Vinci y usando también un objeto sexual como elemento de tan fantástica construcción: "El pene volador", que el visitante puede poner en funcionamiento y ver el batir de alas, con solo pulsar un botón.
Os dejo algunos documentos y enlaces sobre Esther Ferrer.
Biografía, Textos y Exposiciones.
Ultima entrevista en el diario EL País.
Pero es en las piernas de silicona, creadas por Madelaine Berkhemer, donde el visitante hace un gran esfuerzo por no tocar las piezas, asombrados por su realismo.
Entre el repelús del miembro mutilado y la veracidad del sistema sanguíneo, fluye la uña descuidadamente pintada y el tacón de aguja.
Madelaine desmiembra el poder seductor femenino para ofrecerlo como parte de un todo.
De igual modo, encontramos piezas de suave terciopelo azul, fragmentos de cuerpos de mujer.
O su espejo silueta de erotismo, que solo refleja al visitante que se para frente a el.
Su obra es amplia, desbordando la pequeña muestra que ARCO nos ofrece.
Mujer capaz de tapizar un maserati con tela simulando pantys, usando todos los fetiches y provocaciones de la mujer fatal: medias, tacones.
Su universo, lo podeís encontrar aquí.
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