
Recreando el beso de Gustav Klimt, el ilustrador Jeremiah Ketner, nos ofrece su universo entre el pop art japonés y personjes femeninos de rasgos infantiles

A esa chica que se cree dueña
de tu vida entera
y a la que has dado a entender
que soy una aventurera
se valiente, cuéntale
que tú inventas mi aventura
con un amor que aún te dura
sé valiente y cuéntale
A esa chica que se cree
nuestra historia mal contada
y a la que has dado a entender
que yo ya estoy olvidada
se valiente, cuéntale
que estás viviendo a su lado
un amor desorientado
sé valiente y cuéntale
Cuéntale
quién fué la mujer primera
que te enseño a conocer
Tú alegría verdadera
que volveras a tener
sólo el día que yo quiera
A esa chica que se cree
todo lo que tú le has dicho
y a la que has dado a entender
que yo sólo fui un capricho
sé valiente y cuéntale
que cuando dices en nada
estás pensando en mi almohada
sé valiente y cuéntale.
A esa chica que se cree
tu sonrisa de hombre bueno
y a la que has dado a entender
que tu casa es su terreno
sé valiente y cuéntale
que cuando vuelves bebido
le buscas un parecido
sé valiente y cuéntale
Cuéntale
quién fué la mujer primera
que te enseño a conocer
Tú alegría verdadera
que volveras a tener
sólo el día que yo quiera
Ya lo dijo Sabina: "las niñas ya no quieren ser princesas", porque a medida que pasa el tiempo,nos damos cuenta de la irrealidad de los cuentos de hadas, y si no: mirad en lo que se han convertido las grandes princesas de todos los tiempos:
Blancanieves que trabajan "como enanos",
Cenicientas esperando el principe azul en tugurios de mala muerte,
Rampuceles enfrentado caidas insalvables,
Bellas durmientes que nunca despiertan,
Jasmines que no les queda otra, que echarse a la guerra,
Bellas que acuden a la cirugia, para no ser "bestias"
y Caperucitas donde la soledad del bosque hace mella, inmersas en la obesidad morbida fruto de la ansiedad.
Magnífico trabajo de Dina Goldstein.
Se me va
este amor que yo he amasado
con mis manos se me va
se me va
lo que tanto tiempo yo he querido tanto
se me va
No hay razón
que yo pierda en un momento
lo que tanto me costó
no hay razón
que se vaya de mis manos
y en un soplo tanto amor.
Se me va
como el agua que se escurre de las manos
se me va
como el aire que no puedo sujetarlo
como el tiempo que implacable va pasando
como el humo tu cariño se me va.
Se me va
y no puedo ya luchar por retenerlo
este amor que en realidad se ha ido muriendo
y por eso de mis manos se me va.
Donde irán
esos días de alegría que pasamos donde irán
donde irán
esas miles de caricias que inventamos
donde irán
Yo lo se
que en la vida nunca hay nada para siempre
ahora lo se
pero fue tan bonito así quererte
que ahora me cuesta perder
se me va...
Os deseo un feliz fin de semana.
No dejeís escapar al felicidad.
Escribidme una carta, señor cura.
-Yá sé para quién es.
-¿Sabéis quién es, porque una noche oscura
nos visteis juntos? - Pues.
-Perdonad; mas... -No extraño ese tropiezo
La noche... la ocasión...
Dadme pluma y papel. Gracias; Empiezo:
Mi querido Ramón:
-Querido?... Pero, en fin, ya lo habéis puesto...
-Si no queréis... -¡Sí, sí!
-Qué triste estoy! ¿No es eso? - Por supuesto
-¡Qué triste estoy sin tí!
Una congoja, al empezar, me viene...
-¿Cómo sabéis mi mal?...
-Para un viejo, una niña siempre tiene
el pecho de cristal.
¿Qué es sin ti el mundo? Un valle de amargura.
¿Y contigo? - Un edén.
-Haced la letra clara, señor cura;
que lo entienda eso bien.
-El beso aquel que de marchar a punto
te dí... -¿Cómo sabéis?...
-Cuando se va y se viene y se está junto,
siempre... no os afentéis.
Y si volver tu afecto no procura,
tanto me harás sufrir...
-¿Sufrir y nada mas? No, señor cura,
¡que me voy a morir!
-¿Morir? ¿Sabéis que es ofender al cielo...
-Pues, sí señor ¡morir!
-Yo no pongo morir. - ¡ Qué hombre de hielo!
¡Quién supiera escribir!
II
¡Señor rector, señor rector! en vano
me queréis complacer,
si no encarnan los signos de la mano
todo el sér de mi ser.
Escribidle, por Dios, que el alma mía
ya en mí no quiere estar;
que la pena no me ahoga cada día...
porque puedo llorar.
Que mis labios las rosas de su aliento,
no se saben abrir;
que olvidan de la risa el movimiento
a fuerza de sentir.
Que mis ojos, que el tiene por tan bellos,
cargados con mi afán,
como no tienen quien se mire en ellos,
cerrados siempre están.
Que es, de cuántos tormentos he sufrido,
la ausencia el más atroz;
que es un perpetuo sueño de mi oído
el eco de su voz...
Que siendo por su causa, el alma mía
¡goza tanto en sufrir!...
Dios mío, ¡cuántas cosas le diría
si supiera escribir!...
III
EPILOGO
-Pues señor, ¡bravo amor! Copio y concluyo;
A don Ramón... En fin,
que es inútil saber para esto arguyo
ni el griego ni el latín.-
Ramón de Campoamor.
Escultura Campoamor,
Parque del Retiro,
Madrid, 6 junio 2009.
No soporto a las niñas que en todas las canciones les recuerdan algo,
Que se creen que soy drogadicto porque llevo unos zapatos raros
Yo nunca he sabido decir nada bonito y soy un chico muy tímido
Si me voy de bronca por las noches me quedo dormido
Me despisto fácilmente y parezco entristecido
Me encantan los guateques
Y tocar el clarinete
Y no me pierdo el libro gordo de Petete
Bailad con nosotros saltad, no os dé vergüenza
Quiero una sonrisa para esa niña de la trenza
Ya se que solamente soy un sinvergüenza
Pero dejad… que las niñas se acerquen a mí
Olvídate de tu mal talante
Y enróllate con la de alante
Ahora mismo fuera de esta sala no hay nada importante
y quítate los guantes
y fuera ese abrigo, no te preocupes
…estamos contigo
Nunca digas frases demasiado trascendentales
Curiosea, busca, pega tu nariz en los cristales
Y cuando estés muy solo
Respira el aire hondo
Y vive… la música hasta el fondo
… que las niñas se acerquen a mí
¡Feliz Viernes a todos!