Como Machado observo los rastrojos
que desfilan inertes fugazmente
la carretera pasa por mis ojos
por la ventana abierta de mi mente.
El tren que le llevaba con su amada
le hacía feliz al ir por el encuentro
la esperanza de amarse se tornaba
en el adios de vuelta a su tormento.
Ruedas que me llevais y no se paran
hoy voy, estoy, suspiro y luego vuelvo,
¡no existe ese carril que yo soñaba,
que me marcará el rumbo que no encuentro!
Como Machado en tierra de Castilla
suspiro, añoro, rabio, lloro y pienso,
¿por qué mi tren no me conduce a nada?:
"da vueltas a mi misma, en loco empeño".
"da vueltas a mi misma, en loco empeño".
Aprendiz de primavera.
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