Dos alas de paloma:
tus manos.
Aletean mis pechos
pluma en seda,
blancas, firmes y suaves.
Yemas de mariposas
posándose en mi carne,
dando vida a lo muerto,
latido a lo infartado,
primavera a la escarcha
de este invierno terrible.
Dos alas de paloma:
tus manos,
¡Aun las recuerdo vivas!
como si en mí, estuvieran.
(todavía).
Aprendiz de Primavera
(Oleo: Emelie Vernon)
Hola que bonito poema, llegue aquí de casualidad felicitaciones.
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