Con estos mismos labios que ha de comer la tierra,
te beso limpiamente los mínimos cabellos
que hacen anillos de ébano, minúsculos y bellos,
en tu cuello, lo mismo que el pinar en la sierra.
Te muerdo con los dientes, te hiero en esta guerra
de amor en que enloquezco. Sangras. Y pongo sellos
a las heridas tibias, con besos, besos....Ellos
que han de quedar comidos, mordidos por la tierra.
Tal ímpetu me come las entrañas, que sorbo
tu carne palmo a palmo, cerco de llama el sexo,
te devoro a caricias, y a besos, y a mordiscos.
Ni la muerte, ni el ansia, ni el tiempo son estorbo.
El abrazo es lo mismo si cóncavo o convexo,
y yo soy un cordero que trisca en tus apriscos.
Pasión.Antonio Carvajal.
Foto:Lutz Behnke.
Que tengaís un apasionado viernes..
viernes de pasión, pasión de la "buena".
Coño... esto es toda una incitación a vivir apasionadamente... en complicidad. Buen consejo.
ResponderEliminarToqué este tema en uno de mis últimos post: amor, enamoramiento, pasión y apego son cosas distintas.
Totalmente distintas..y diría que hasta incompatibles.
ResponderEliminarQue sea propicio para todas las pasiones, querida MB. Me uno a tu deseo con una canción nueva:
ResponderEliminarLa lluvia
como una lengua de prensiles musgos
parece recorrerme, buscarme la cerviz, bajar,
lamer el eje vertical,
contar el número de vértebras que me separan
de tu cuerpo ausente.
Busco ahora despacio con mi lengua
la demorada huella de tu lengua
hundida en mis salivas.
Bebo, te bebo
en las mansiones líquidas
del paladar
y en la humedad radiante de tus ingles,
mientras tu propia lengua me recorre
y baja,
retráctil y prensil, como la lengua
oscura de la lluvia.
La raíz del temblor llena tu boca,
tiembla, se vierte en ti
y canta germinal en tu garganta.
EL TEMBLOR.
José Angel Valente.
Un absoluto triunfo de los sentidos que demuestra que no solo se puede temblar de frio o de miedo.
ResponderEliminar"Despierta, TIEMBLO al mirarte;
dormida, me atrevo a verte;
por eso, alma de mi alma,
yo velo mientras tú duermes."
G.A.Bécquer.