miércoles, 9 de julio de 2008
Quinquis enamorados...
Con perros callejeros, en 1977, se da el pistoletazo de salida al que fuera llamado: "cine quillo" o "quinqui".
La vida y miserias de los jóvenes marginales de barrios bajos, cuyo último destino siempre fue la cárcel o el cementerio.
Personajes reales como El Vaquilla o el Torete recreados en películas como: Perros Callejeros, Navajeros, el pico, Deprisa, deprisa...
Aquel fue el cine de la marginalidad, pero también el de "cultura de la pobreza".
Ese es el caso de "Deprisa, deprisa" que nos sumerge, desde el principio, en un mundo en el que sólo cuenta la supervivencia y donde toma cuerpo la frase de Bertoll Brecht: "primero viene la comida, después la moral".
Legados de ese tiempo son "Barrio" (donde de nuevo, tres jóvenes se encuentran inmersos en un futuro sin salidas, condenados a la delincuencia y a el fracaso) o la mas reciente "Siete Virgenes".
Y resulta preocupante, que despues de tantos años, noticias como esta nos sorprendan en prensa, cuando todavia hay quien los admira e imita como heroes.
Algunos de estos films tenia su protagonista en la vida real y también tenia banda sonora acorde a cada historia.
Así, el Torete fue cantado por Bordón Cuatro, el Vaquilla por los Chichos, los Navajeros por Burning y en Deprisa, deprisa, los Chunguitos hicieron brillar la esperanza del amor, entre tanto infierno de drogas y delitos, con una de las mas bellas canciones de amor: "Me quedo contigo". Todos estos jóvenes sin futuro ni medida, tenían un amor.
Algunos les costó la vida, no hubo tiroteo o persecución que acabara con ellos pero si el mirar a la mujer que amaban.
Y esto nos lleva a la conclusión de que aun en el mas inhóspito de los escenarios, siempre hay lugar para amar a alguien y decírselo.
Vidas tronchadas, pero en muchos casos, corazones enamorados.
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