...Pero cuando en un determinado momento, nos rozamos accidentalmente, me entraron de repente unas irrefrenables ganas de hacer el amor con él.Al tocarnos, adiviné de manera instintiva que él me deseaba.Y que el sabía que yo lo deseaba a él.Fue algo irracional, una especie de descarga eléctrica paralizadora que saltó entre nosotros.Sentí como el cielo se derrumbaba sobre mi.Mis mejillas empezaron a arder, el corazón me palpitó con fuerza, sentí una pesada presión en el bajo vientre.Sin que ninguno de los dos lo propusiera, entramos en un hotel cercano e hicimos el amor como si nos devoráramos el uno al otro.
...Quizá hiera tus sentimientos que te describa todo con pelos y señales.Pero, a la larga, creo que será mejor que te lo cuente de manera sincera y detallada.Por eso, aunque te duela, sigue leyendo, por favor.
...¿Por qué me ocurrió a mí de repente?¿Por qué me sucedió con alguien que no eras tú?.No lo sé.Lo que sí sé es que, en aquel momento, no pude frenarme. Ni siquiera lo intenté.Entiendelo, por favor.Ni se me pasó por la cabeza que te estuviera traicionando.Y, en la cama de aquel hotel, hice el amor con aquel hombre como una posesa.Te lo digo de todo corazón.
...Y luego, como tú muy bien sabes, lo mantuve oculto.Tú no te diste cuenta que te era infiel y jamás sospechaste nada, ni siquiera cuando llegaba tarde a casa.Debías de confiar ciegamente en mí.Pensabas que yo no te traicionaría jamas.Pero yo, en aquellos momentos, no tenia el menor sentimiento de culpa por engañarte.
Carta de Kumiko a Tooru Okada.Crónica del pájaro que da cuerda al mundo.
Haruki Murakami.
Fotografía:Marc Lagrange.
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