Las mujeres de Romney

Las delicadas mujeres de George Romney, siempre ladean al cabeza.
Buscando ofrecer un ademán de cálida inocencia, sus miradas delatan una tendencia que podría definirse entre coquetería y sutil provocación.

El retratista británico, se permitia saltar las reglas de la afamada Royal Academy, donde fue invitado, gracias a la calidad de sus retratos.

Pero esa no fue la única regla que George se saltó.Casado con Mary Abbott, su cuidadora, cuando estuvo enfermo, aun soltero, la abandonó con dos hijos, para marchar a Londres y vivir su vida bohemia.

Su viaje a Italia fue muy fructífero retocando su estilo en Roma y Parma, de donde volvió convertido en un gran retratista con un exquisito estilo, muy elegante.

Seducido por su musa: Emma Hamilton, hizo de ella de 60 retratos, de los que muchos de ellos, podéis contemplar con sus poses entre la ingenuidad y la insinuación. La pintó de todas las maneras posibles y transformada en personajes históricos y mitológicos.
Era su obsesión repetida, todas las mujeres en una sola. Ese era el secreto de Romney, todas las mujeres que ladeaban la cabeza, eran la misma.

Finalmente, y después de una ausencia de casi cuarenta años, regresó a su ciudad con su familia, tres años antes de su muerte, donde de nuevo, su mujer Mary Abbott, volvió a servirle de enfermera hasta su fallecimiento.