...Estaba, asimismo, el deseo. Mi deseo. Ella no tenía esas preocupaciones. Para mis manos era mujer, la mujer tal vez. Es bastante probable que la primera mujer que tocamos pueda llegar a convertirse en la unidad de deseo para el resto de nuestros días, y sobre todo, de nuestras noches. Yo deseaba a María Julia, pero ¿cuándo?, pero ¿cómo? No habría podido darme cuenta de que ella besaba con los ojos abiertos, si yo, a mi vez, no hubiera abierto los míos...
Mario Benedetti.
Cuentos. Los Novios.
Si te has quedado con ganas puedes leerlo entero en este enlace..
También puedes hacer un ejercicio de memoria y recordar cual fue la primer mujer/hombre que tocaste.
Foto: Paul Outerbridge
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