jueves, 11 de mayo de 2006
Offenbach y Orfeo..
Una vez alguien, de infinita sensibilidad, me enseñó que la obra de Offenbach "Orfeo en los infiernos" no era solo un baile de cancán que bien pudo haber bailado cualquier modelo del atormentado Tolousse- Lautrec en el Moulin Rouge.
Esa quizá fuera solo su lectura popular..pero su ritmo frenético guardaba la trágica bajada a los infiernos de Orfeo en busca de Eurídice.
Hoy día, las cuidadas campañas de marketing y los estudiados reclamos publicitarios han conseguido que el público, en general, tenga dos o tres composiciones clásicas en su cabeza que de inmediato pueden relacionar unicamente con un anuncio de seguros, automóviles o grandes almacenes.
Os invitó a disfrutar la música clásica probando sus mieles..el arrope de sus notas en una tarde de lluvia y el contraste de sus emociones como compañeros de nuestra soledad mas ìntima.
Desde niños deberíamos haber aprendido a sentirla..igual que aprendemos a andar o a hablar y educar nuestro oido y nuestro corazón a tan súblime arte.
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