Agora con la aurora se levanta mi Luz; agora coge en rico nudo el hermoso cabello; agora el crudo pecho ciñe con oro y la garganta; agora, vuelta al cielo, pura y santa, las manos y ojos bellos alza, y pudo dolerse agora de mi mal agudo; agora incomparable tañe y canta. Así digo y del dulce error llevado presente ante mis ojos la imagino y lleno de humildad y amor la adoro; más luego vuelve en sí el engañado ánimo y, conociendo el desatino, la rienda suelta largamente al lloro.
Agora con la aurora se levanta
ResponderEliminarmi Luz; agora coge en rico nudo
el hermoso cabello; agora el crudo
pecho ciñe con oro y la garganta;
agora, vuelta al cielo, pura y santa,
las manos y ojos bellos alza, y pudo
dolerse agora de mi mal agudo;
agora incomparable tañe y canta.
Así digo y del dulce error llevado
presente ante mis ojos la imagino
y lleno de humildad y amor la adoro;
más luego vuelve en sí el engañado
ánimo y, conociendo el desatino,
la rienda suelta largamente al lloro.
Fray Luis de León
SE EQUIVOCÓ LA PALOMA
ResponderEliminarSe equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas eran rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
Rafael Albertí.