... De repente te sentí justo detrás de mi sin necesidad de darme la vuelta y supe que , por primera vez, escucharía tu adorable voz dirigida hacia mi.La expectativa era paralizante, creí que iba a tener que detenerme de tantos martillazos que me daba el corazón, y entoncés apareciste a mi lado.Me hablaste como lo haces tú normalmente de manera desenfada y alegre,como sí fueramos amigos desde hacía años- ...
...Comimos en un restaurante pequeño.¿Te acuerdas dónde fué?No, seguramente no distingues esa velada de otras tantas parecidas, porque,¿quién era yo para ti?
Una entre cien.Además que podría haberte hecho recordarme?.Hablé mas bien poco; estaba tan sumamente feliz de tenerte cerca de mí, de oirte hablar conmigo, que no quería estropear ningun momento con preguntas o con cualquier palabra necia.Te estoy agradecida.No olvidaré nunca aquel día y lo mucho que correspondiste a mi veneración apasionada...
Carta de una desconocida.Stefan ZWEIG
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