Me sorprende la cantidad de ventanas que se pueden abrir a la nada.
Durante este puente de luz fulgurante, descubro en una visita a un pueblo semiabandonado por la Sierra de Ayllón, la cantidad de vanos que ofrecen visiones fantasmagóricas.
A veces, son paisajes cegados por el tiempo, por sedimentos intencionados: tablas o piedras, miradas ciegas.
Pero otras veces, la ruina nos lleva a cielos insospechados...
a recintos sin fronteras ni medidas...
a habitáculos sin techumbres para el alma...
Ventanas...ventadas a la nada, abiertas al todo, al infinito de nuestra fantasía.
Buenas las fotos y muy bueno el post. Los vanos que un día alojaron una ventana son como los ojos de una calavera, eso es también un edificio en ruinas. Si te asomas dentro -a mirar sin ser visto en casas a las que no nos han invitado- puedes ver toda la vida que contuvieron -sin el peligro de que sus habitantes te digan nada por incomodarnos- Están tan fríos como las piedras de sus casas.
ResponderEliminarBuenas las fotos y muy bueno el post. Los vanos que un día alojaron una ventana son como los ojos de una calavera, eso es también un edificio en ruinas. Si te asomas dentro -a mirar sin ser visto en casas a las que no nos han invitado- puedes ver toda la vida que contuvieron -sin el peligro de que sus habitantes te digan nada por incomodarnos- Están tan fríos como las piedras de sus casas.
ResponderEliminarGracias por asomarte a mi blog, para ti las ventanas están siempre abiertas...aguardando tu precisa mirada y tus sabias palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me asomo siempre que puedo, que es casi nunca. Abro la ventana, tomo un poco de aire y la dejo entreabierta, para no tener que romper el cristal si se me ocurre volver.
ResponderEliminarMis ventanas no tienen cristales, pero en cualquier caso, tu inteligencia las traspasaria.
ResponderEliminarMenos trabajo entonces, no hay que romperlos -ni limpiarlos, ni reponerlos-. En fin. ¿Inteligencia?Gracias, para traspasar la lámina transparente de un vidrio tampoco hace falta mucha mucha pero... gracias.
ResponderEliminarAMIGA
ResponderEliminarPara cristal te quiero,
nítida y clara eres.
Para mirar al mundo,
a través de ti, puro,
de hollín o de belleza,
como lo invente el día.
Tu presencia aquí, sí,
delante de mí, siempre,
pero invisible siempre,
sin verte y verdadera.
Cristal ¡Espejo, nunca!
Pedro Salinas.
¿sabes que me hace muchísima ilusión ver que me has vinculado, con los pocos comentarios que habíamos cruzado?
ResponderEliminartoda una ilusión, de hecho las veces que te visitaba yo lo hacía con cierta timidez, incluso en alguna ocasión te he leído sin comentarte
¿te apetecería participar en amor?, en el blog, digo
:-)
un abarazo muy fuerte
santi
Gracias Santi, vinculé tu blog porque me parece un rinconcito humano, sensible abierto a todo el mundo que quiere expresar algo.
ResponderEliminarNo somos célebres escritores, solo aprendices por eso hacen falta sitios como el tuyo.
Quizá deje algo, tengo un montón de blogs abiertos y no quisiera hacer mucho y mal..jeje.
Gracias por tu invitación.
si te decides me envías un mail
ResponderEliminarun beso
:-)