En muchas ocasiones, la cámara ha captado instantáneas sobrecogedoras de las catástrofes, el momento preciso, la imagen congelada.
Clayton Cubitt ha sabido reposar la circunstancia, dejar madurar la desgracia, para encontrarse con los restos de New Orleans, tras el paso del fulminante Katrina.
Pero no solo nos deja restos inertes, casas reventadas o autos volcados, también hay sitio para los rostros de los que lo sobrevivieron, la esperanza, el miedo contenido, la búsqueda incansable de noticias de los suyos.
Un magnífico porfolio que sabe aunar el declive material, con el desgaste humano después de la tragedia.
Ví una exposición fotográfica similar en Madrid, pero no me acuerdo del nombre del artista. Lo que sí recuerdo es que me pareció sobrecogedora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, sobrecogedora.
ResponderEliminarGracias a los dos, lo cierto, es que a pesar de ser una situación desesperanzadora, los rostros de sus retratos, muestran cierta serenidad.
ResponderEliminarUn abrazo