Triana

Ir a Sevilla es ir a Triana, no se puede visitar la ciudad sin pisar el barrio del colorido, el arte y la cerámica.

Según la mitología, la diosa Astarté huyendo de la persecución amorosa de Hércules vino a refugiarse en la orilla occidental del Guadalquivir fundando Triana.

Triana es un mundo aparte, un reducto al otro lado del rió Guadalquivir, el rió que separa, para los Trianeros, casi su mundo, del extranjero, poco menos.

El Mercado de Triana, remodelado hace poco, es uno de los lugares donde mas tonos, matices y olores he encontrado.

Frutas y verduras que parecen pintadas, sus amables tenderos que te invitan a sacarles en el inevitable reportaje gráfico(cámara en mano)el olor a café de su pequeño bar...pero todavía guarda un secreto: los restos del que fue el Castillo de San Jorge que se han respetado, en un espacio acotado para que el visitante pueda contemplarlos, mientras llena el carro.¡pura poesía!.

El Barrio de Triana, lleva sus calles paralelas al rio, no hay barrio sin rio, ni sin puente.

La primera la Calle del Betis, con sus kioscos y terrazas cerrados a primera hora, delicia de las noches de verano frente al agua, el mas famoso: el de las Flores.

La segunda la calla de la Pureza, esta vez, me la encuentro en obras, levantada toda la solera, los vecinos sortean zanjas y algún chiste al viento.

La catedral de los trianeros es la Iglesia de Santa Ana, dentro, la escultura del pobre Iñigo López es victima de la tradición : dicen que si le dan 7 patadas te casas, y las muchachas casaderas, tienen bien magullado al que llaman "el negro" (y hasta le han tenido que proteger con una reja).

De las mas bellas representaciones artísticas que he visto en Sevilla, ambas son de Triana: La Esperanza de Triana y el Cachorro.

Dicen que para modelo, su autor tomó a un gitano muy guapo, el mas guapo de Triana, que acababan de matar de una puñalada, su estudió anatómico es perfecto, asi como la armonia que desprende su composición y los pliegues del paño de pureza, parece flotar sin sufrimieto, sobre el fondo rojo.

Me adentro mas al centro del barrio y me paro en la Grande, es sin duda un hervidero de clientela despreocupada.

Las doce de la mañana de un lunes laborable y ahí andan con su Cruzcampo y el plato de gambas cocidas ¡Que dulce modo de tomar la vida en Sevilla! la pausa para la charla, el sol rozando las mejillas, cuando en media España esta nevando y el ratito para el aperitivo en cualquier taberna de Triana.

Calles y rincones, en todos hay alguna placa que recuerda que allí nació un torero, un cantaor, un artista...

Y la fiesta continua, la celebración, el cante en cualquier rincón, una de sus fiestas mas esperadas es la popular "Velá" de Santa Ana que se celebra desde el día 21 de Julio hasta el 26, dedicada a Santiago y a Santa Ana.

Tiene su origen en una antigua romería en la Real Parroquia de Santa Ana al menos desde finales el s.XIII. Una de las tradiciones de esta fiesta es la cucaña.

Lo de Velá...podéis imaginar que es un abreviatura de Velada, ya que la fiesta es nocturna, entonces la calle del Betis, se alumbra y se "encaseta" formando la propia fiesta de los trianeros.

Como bien dice la gracia que les caracteriza, inmortalizada en camisetas para el turista: TRIANA, REPÚBLICA INDEPENDIENTE.

(gracias por los consejos técnicos para subir el Ppt al blog, del experto amigo Mak)

Tú me cogiste del brazo

por la "velá" de Santa Ana,

y me besaste en los labios

por el Puente de Triana.

Mirando al río,

me dijiste temblando,

mirando al río,

me dijiste temblando:

cariño mío".