Celia Muñoz de Unzué es una entrañable compañera de mi agrupación.
Su testimonio, forma parte, como el de otros muchos, del magnifico documental "La Escuela Fusilada" que narra la "depuración" de maestros republicanos acometida al estallar la Guerra Civil y que siguió durante el franquismo.
Este documental se estrenó en Madrid el día 4 de octubre(en el Ateneo 1 de mayo de CCOO), después de haberse visto por más de veinte capitales españolas.
La obra es un trabajo conjunto de Iñaki Pinedo y Daniel Álvarez y ha conseguido dos premios, la Galleta de Oro en Aguilar de Campoo y el Premio de Mejor Documental en el festival cántabro de Sotocine 2006.
Con historias como estas, nos damos cuenta la necesidad de la Ley de la Memoria Histórica, no para crispar, como opina la oposición, sino todo lo contrario,como una simple compensación sentimental para personas como Celia.
Mi compañera vivió la Guerra Civil y asegura en la cinta no tener "odio" ni desear "ningún tipo de revancha". El padre de Celia Muñoz fue fusilado siendo su único delito ser maestro, dedicarse en cuerpo y alma a sus alumnos con anécdotas tan humanamente admirables como llevarles alimentos de su propia casa a quienes no tenían recurso o comprarles zapatos.
Un hombre bueno, querido, injustificablemente fusilado, que pasaba sus horas en prisión escribiendo versos o haciendo buenas acciones con otros compañeros, como también lo fue Bernardo Pérez, y otros muchos mas.
De un articulo de "el País", rescato estas lineas, sorprendentes:
"Hubo denuncias privadas, de vecinos, en las que se acusaba al maestro de haber tocado el piano en un baile público, por ejemplo". En un pueblo de Lugo, el alcalde se deshizo del maestro, que no era precisamente de izquierdas, porque en su lugar estaría mejor una señorita católica, de familia decente, como Dios manda. El alcalde adjuntaba en su informe esta posdata, que Jaume Claret, historiador de la Universidad Pompeu Fabra, recuerda más o menos así: "El hecho de que esta señorita sea mi hija no es el motivo de la destitución del maestro". Efectivamente, la purga buscaba también hacer huecos en las escuelas donde colocar a familiares y allegados.
También con testimonios, os recomiendo el libro de María Antonia Iglesias:
Maestros de la República.Curiosamente, mis dos compañeras: Celia y Concha, se dieron cuenta leyéndolo, que sus padres, dos maestros republicanos fusilados, se conocieron en la carcel y llegaron a ser amigos.Asi es de caprichoso el azar, ellas estaban juntas sin saberlo.
Por personas como estas, de bondad garantizada, vale la pena aclarar, que esta Ley solo dará una pequeña satisfacción a mis dos amigas y su familia, lejos de otras catástrofes que quiere vender la derecha.
Desde aquí mi homenaje a estos maestros, aunque no los proclamen "beatos" el domingo 28 de octubre, en Roma.
Aunque ya nada pueda hacerse por devolverlos a sus familias, es necesario la aprobación de esta Ley, que el Gobierno tiene practicamente lista.
Celia Muñoz de Unzué Por personas como estas, de bondad garantizada, vale la pena aclarar, que esta Ley solo dará una pequeña satisfacción a mis dos amigas y su familia, lejos de otras catástrofes que quiere vender la derecha.
Desde aquí mi homenaje a estos maestros, aunque no los proclamen "beatos" el domingo 28 de octubre, en Roma.
Aunque ya nada pueda hacerse por devolverlos a sus familias, es necesario la aprobación de esta Ley, que el Gobierno tiene practicamente lista.
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