lunes, 15 de octubre de 2007

Severine o la necesidad de la fantasía.






Lo blanco transmite pureza, pero también frialdad.
Severine es tremendamente fría, y casta, o quizá deberíamos decir incapaz, incapaz de ser feliz con su perfecto marido.
La realidad, tanto por exceso o por defecto, hacen de nuestras vidas monótonos paseos en carruajes, donde nunca pasa nada.
Por eso, hay que inventar, fantasear e imaginar todo aquello que la existencia no nos da.
Buñuel juega magistralmente en su película con la Realidad,la Fantasía y el Recuerdo de un pasado traumático.
Los tres conceptos se mezclan con tanta sutileza que obligan al espectador a ordenar sus ideas y tratar de distinguirlos...¿Pero realmente se pueden distinguir?.
Severine sueña con todo lo antagónico a su vida y en sus sueños, hace real la fantasía generada por el deseo, un oculto y atormentado deseo oscurecido por traumas infantiles.
Es una mujer obsesionada por sentirse poseída y deseada, le excita el riesgo, el peligro y se alimenta de ese morbo que le aleja de la monotonía.

Los grandes temas tabú del sexo se le presentan en sus clientes del burdel: sadismo, fetichismo, necrofilia...y parece colmar su curiosidad y deseo con ellos.
La crítica a la burguesía y a la religión obsesiva son temas tratados en varias ocasiones por Buñuel y las relaciones amorosas de las mujeres, son siempre traumáticas y oscuras (Viridiana,Belle de jour, Tristana...).

No sé si la marmórea Severine, logró salvar su matrimonio gracias a esas historias del prostíbulo, pero supongo que buscar fantasía es una constante en las relaciones del ser humano, una válvula de escape donde hacemos reales nuestros mas
íntimos deseos inconfesables y donde ponemos fin a todas nuestras frustraciones.





2 comentarios:

  1. He leído en el enlace que tienes en tu post que "sería su película más taquillera y que gran parte de su público estaría constituido por mujeres". Me ha sorprendido, porque la sensación que tengo de cuando la vi es que la fantasía acaba convirtiéndose en una compulsión, que nada tiene que ver con el sentido festivo con que se las suele asociar.

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  2. La fantasia va intimamente ligada a la psicologia de la persona que la realiza.
    Si su perfil es depresivo o atormentado, será una compulsión, una osbesión y lejos de servir de válvula de escape puede convertirse en un problema peor que la misma realidad.
    Pero si la persona es sana mentalmente, optimista y positiva, seguramente vivirá la fantasia como un complemento satisfactorio a su vida, ese sentido "festivo" que tu mencionas.

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