sábado, 5 de enero de 2008
denso deseo
Un mediodía: un resplandor cuajado.
Las palabras más crueles me arañan hoy los labios
mientras tú, perezosa,
ola lenta, te extiendes sobre arena de días,
elástica, tan densa
de materia de amor con obligado llanto
tan suave en tu contorno,
tan resbalada siempre sobre últimas delicias
que tu piel me disfraza las ruinas de la música:
tu corazón que es dulce, y es sucio, y es perverso,
y se agarra a mi vicio con avidez de valva
blando llora, se arrastra, pegajoso y abierto,
en ese bajo fondo del más denso deseo.
¡Tus pecados antiguos como el mundo, tu pena,
tu abandonada muerte, tu noche, tus placeres,
dulce, dulce mía, imposible, excesiva!
Amante.Gabriel Celaya.
Foto: Arachne. Monimix
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