Knut Ekvall
Tengo la convicción de que no existes
y sin embargo te oigo cada noche
te invento a veces con mi vanidad
o mi desolación o mi modorra
del infinito mar viene su asombro
lo escucho como un salmo y pese a todo
tan convencido estoy de que no existes
que te aguardo en mi sueño para luego.
Sirena. Mario Benedetti.
Feliz Noche...
Con esta gente los de Cibeles y Gaudí se morirían de hambre. Pobres marineros: el shopping sin inventar.
ResponderEliminarBesos de güikén.