Por mucho que la Bella Charito intenta ser otra persona convertida en la casta Margarita, el pasado siempre vuelve a poner a cada uno en su mundo.
Huyendo de las noches de cabaret, de las boas de plumas y los amantes infieles, la reina del Chantecler aterriza en un pequeño pueblecito de Guipúzcoa: Oiartzun, donde encuentra la felicidad en las cosas sencillas.
Pero la carga de las tradiciones, el axfisiante clima de costumbres, conservadurismo y sobre toda la inmensa mentira que atormenta a Margarita, le hace terminar en el lugar de donde nunca debió salir.
Aun así, el recuerdo del amor vivido con Santi, que tira la boina por ella y le dice maite (amada)...le acompañará toda la vida.
Hace poco volví a ver este film de postguerra.(1962).
Reconozco que esta lleno de tópicos pero puede considerarse una buena muestra de la sociedad represiva del siglo XIX en España.
Es quizá en los grandes contrastes (de cupletista que canta la pulga a joven tímida que va con mantilla a misa) donde radica su encanto.
Pero siempre el pasado vuelve a por lo que se dejó en el camino y la mentira nunca vive hasta hacerse vieja, como bien dijo Sófocles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario