Cuando la sensación de perfumar papel de cartas, encerrando un beso en el sobre y enviando dentro la vida entera, se ha sustituido por el tecleo aséptico sobre una plantilla determinada y un emisario atado a un servidor o a un tendido eléctrico, recupero el placer de ese momento.
Escribir o leer, recibir o esperar, romper o conservar junto al pecho.
La carta nos trae en unas lineas, la elevación al cielo o la caída a los infiernos.
Disfrutad de el bolero y de las imágenes que he elegido para plasmar todos estos sentimientos.
Son tus cartas mi esperanza,
mis temores, mi alegría,
y aunque sea tonterias,
!escríbeme!, !escríbeme!.
Tu silencio me acongoja,
me preocupa y predispone,
y aunque sea con borrones,
!escríbeme!, !escríbeme!
Me hace mas falta tus cartas,
que la misma vida mía,
lo mejor morir seria,
si algún día me olvidaras,
Cuando llegan a mis manos,
su lectura me conmueve,
y aunque sean malas nuevas,
!escríbeme!, !escríbeme!,
Escríbeme
Hola, ha sido una maravilla encontrarme con tu blog. He llegado por casualidad, por un tema musical ( stumblin in) y me he quedado admirada con las pinturas, sobretodo esa combinación de cuadro y poesía. Gracias, bonito trabajo.
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