el zalamero...
¡
Cuanta lisonja
salió de sus labios!
palabras como besos
programadas para sus oídos
huérfanos.
Todo cuanto quería escuchar
medido y estudiado,
se posaba en su tímpano
como las mariposas,
suavemente.
... si, era un zalamero
¿ y qué?
¿a quien importa la máscara emboscada
que convierte lo gris
en pura vida?
Enmascarados.Raimundo de Madrazo.
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