Recuerdo ese octubre del 82, yo tenía 17 años, comenzaba C.O.U en el Instituto Lope de Vega de Madrid.
Fue todo un descubrimiento, aunque no podía aún votar y la época del cambio con su imagen por todos los carteles, se convirtieron en algo habitual.
Mi admiración por él creció aun mas con su victoria.
Alguna tarde me escapé, con la disculpa de preparar un examen, y con otras compañeras de aula nos perdimos por la algarabía de lo que suponía un macro-mitin en la Casa de Campo, con Felipe Gonzalez cerrando el acto, aquel otoño del 82.
Nunca nos daba tiempo ni a verle salir (no eran horas...para niñas de 17 años y había que regresar rápido a casa, cual cenicientas, ocultando al llegar la travesura mitinera).
Hoy le conocí en el Acto de presentación del Segundo informe de la democracia en España, organizado por la Fundación Alternativas.
Su oratoria: insuperable, mi deseo: cumplido.
Pero al finalizar el acto, aun me esperaba otra sorpresa: ver Madrid desde la situación privilegiada de la terraza del Círculo.
Lo cierto es que no llegué a probar bocado del coctel, que allí se ofrecía, pues toda mi atención estaba en las impresionantes vistas que tuve la suerte de disfrutar.
Sin duda, era otro de mis sueños, ver Madrid, desde ese punto neurálgico que es el Círculo de Bellas Artes.
Hay días en que los sueños cumplidos, compensan, muchas semanas de gris rutina.
Podeis seguir asomados conmigo en MADRID DESDE EL CIRCULO
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