Semillas germinadas

Cuando estaba condenada a vivir en el mismo escenario, en la mas absoluta incomprensión y solo con un sueño en la cabeza, Gaby (Bette Davis) conoce al escritor Alan interpretado por el exquisito actor inglés Leslie Howard,(hace poco lo veíamos en lo que el viento se llevó).

Así comienza nuestra película de hoy.

La incomunicación latente del negocio familiar donde vive Gaby, se llena con la lectura de versos de François Villon y la ilusión de ir a París.
Con la llegada de Alan, se abre un universo de complicidades, de deseos, de inquietudes comunes, aunque no de igual modo aceptadas.




El bosque petrificado, es el ejemplo de la obra de teatro hecha film.
De hecho sus interpretes, ya la representaban en Broadway antes de hacer la película.
Repasando los primeros films de Humprey Bogart, entre los que se encuentran sus papeles iniciales como ganster, encuentro esta magnifica lección de filosofía vital, de retratos de vidas, muy diferentes, pero unidas en una misma coyuntura, retenidas en una solitaria gasolinera del desierto de Arizona.

Allí, en circunstancias que no voy a revelar, para los que no han visto la película aun, cada personaje desnuda el alma y es capaz de hacer un balance completo de todo lo que ha vivido hasta el momento y de que modo.



El abuelo, siempre contando sus batallas, el padre, perdido en su sentido patriótico,el empleado, deseoso de demostrar su amor a Gaby...y entre todos, destacando de una manera especial: Gaby y Alan, acompañados por un seco y completamente caracterizado Humpry.




Y es con esta interpretación, con la que comienza su gran saga como protagonista de cine negro.

El amor mueve montañas; el amor de flechazo, que llega sin avisar y lo ocupa todo, lo descubre todo, lo impulsa todo.

Dos hombres cuyas vidas están sometidas al amor, ese mismo amor que les conduce a su destino fatal.

"Asi en tus campos la semilla que he sembrado
germinará al fin porque sabrás cuidarla como yo lo hice,
y el fruto va a ser tuyo y a la vez mio,
el destino nos reunió a los dos para el bien."

François Villon