lunes, 5 de mayo de 2008

Mañana será otro día...





El verdadero enemigo de Katie Escarlata es ella misma.
En contra de todo lo escrito sobre su personaje, no es su orgullo, ni su vanidad desmedida, ni su coqueteria devastadora ; ni siquiera la afición por el dinero, por recuperar su buena vida, cuando ha perdido todo.

Lo que la impide ser feliz, es su obsesión enfermiza y desmedida por Ashley Wilkes, esa dependencia que le acompaña toda su vida, o al menos la vida que se nos muestra hasta que Rhett Butler la deja suplicando en la puerta.

Por tener todos los hombres a sus pies, se creé en el derecho de jugar con ellos como naipes, y no se piensa mucho llegar al altar con alguno solo por dar celos o conseguir 300 dolares para salvar los impuestos de Tara.



Ella no es la única culpable, el educado, correcto y elegante Ashley nunca le habló claro; hizo crecer su esperanza, diciéndole una y otra vez que la quería, omitiendo que amaba a su abnegada prima Melanie Hamilton.
Pero Escarlata es muy valiente, para su edad y condición y no le importa confesarle su amor.
Cuando se da un paso así y se recibe una negativa, por educada y razonada que sea, el alma queda marcada y aunque se muere un poco, sigue manteniendo viva la esperanza de conseguirle algun dia.



La vida de Katie Escarlata no es tan frívola y egoísta como siempre se le consideró, es una victima de su educación malcriada, sus caprichos incumplidos y la incapacidad de borrar la idealización de su amado, a pesar de los años.

Y es Rhett Butler el único capaz de decirle lo que piensa de su modo de ver la vida, no le importa llegar al insulto o la aparente indiferencia para hacerle reaccionar.



A pesar de que él sabe de su quimera, intenta arrancar el recuerdo del hombre de su vida, pero la convivencia de ambos se torna insoportable, en un cruce de reproches y un suceso trágico que marca su relación para siempre.






El personaje de Buttler, ha inspirado la tercera gran novela de esta historia de Atlanta.

La primera y original, fue escrita por Margaret Mitchell y le valió en 1937 el Premio Pullitzer: dicen que su vida, fue parecida a la de Scarlet O'Hara, pero lo que es innegable es que supo conjugar a la perfección, la historia bien documentada de la Guerra de Secesión, con el romance y la vida de sus personajes.
Mitchell, murió en accidente automovilístico en 1949 y nunca quiso que su novela tuviera una segunda parte pero sus herederos pensaban de forma distinta.

La segunda reseña sobre Tara y sus moradores fué "Scarlett' escrita por Alexandra Ripley en 1991.Su trabajo, nunca llegó a alcanzar el nivel de la novela original.

Tras doce largos años, los herederos de Margaret Mitchell han vuelto a dar su permiso para que Donald McDaig recreé la vida del protagonista, en la novela 'Rhet Butler'.
En esta novela, podéis recrearos con la reconstrucción del pasado de Rhet y con su injusta fama de mujeriego poco honrado, lavando así su mala imagen.

Hay mucho donde escoger, nunca es mal momento, para sentarse con tiempo a ver cada detalle, cada gesto, cada frase de esta genial superproducción.

Visionarla de nuevo, para descubrir, que cuando al fin el honrado Ashley, confiesa que amaba a su mujer, Katie Escarlata inunda la pantalla con la categórica frase:


-"Y pensar que he amado algo que no existe".



Después de descubrir, la inutilidad de todo su amor idealizado, es tarde para comprobar que el verdadero amor lo tenia mas cerca, sin darse cuenta.
Solo le queda verle partir y confiar: Mañana será otro día.


2 comentarios:

  1. Me ha encantado volver a revivir la pelicula que tantas veces he visto... que gran verdad "...cuando se da un paso así y se recibe una negativa, por educada y razonada que sea, el alma queda marcada y aunque se muere un poco, sigue manteniendo viva la esperanza de conseguirle algun dia..." quieras o no, te quedas un poco marcada y llevas el recuerdo de lo que pudo ser. Volver a ver el final me ha puesto la piel de gallina. Me ha encantado esta entrada y como haces la descripción de la película. :)
    Saludos y sonrisas

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  2. Muchas gracias Dorita.
    Quizá soy un poco atrevida cuando comento las películas pero es que algunas, son calcos de situaciones que me han pasado o le ha pasado a alguien cercano...y uno se mete en el personaje.
    Sin duda una maravillosa película, la vi con solo 12 años y me ha encantado volver a verla el pasado fin de semana, se ven las cosas de un modo muy distinto con el paso de los años.
    un beso.

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