En casa de Sorolla...

Como el sábado os contaba, el día de los Museos nos regala mañanas de domingo tan agradables como la de ayer en el Museo Sorolla.

La plaza de Rubén Dario esperaba solitaria, la gente no madruga los domingos, por un grato paseo, llego al Museo, que veo, notablemente recompuesto, desde que años atrás contemplaba este palacete desde el autobús.

Nos recibe un recoleto y cuidado jardín, las esculturas parecen anfitriones alegres, que te transportan a un remanso de paz, entre hermosas gardenias, parterres de pensamientos y otras especies escogidas.

Como la vida y la obra de Joaquín Sorolla es bastante conocida, he querido detenerme mas en lo maravilloso del palacete, lo asequible de sus recintos, la decoración original de cuando vivía el pintor y hasta los pinceles y colecciones que se conservan en su estudio.

Todo este recorrido a lo largo de sus tres plantas, se vio aun mas recompensado con la actuación del cuarteto Ensemble Cibeles, que representaron, en el estudio del pintor, una exquisita recopilación de textos y numerosas piezas a bandurrria y guitarra: "Bombas, Guitarras y Napoleones".
El hilo conductor de la história dramática son dos personajes femeninos, doña Gumersinda y doña Facunda, del relato "Dos de Mayo" de Pérez Galdos.

Al final del post, aunque no con muy buena calidad, os he dejado un fragmento de la actuación.

Las salas, albergan las pinturas de esas conocidísimas marinas y escenas de playa.También hay numerosos retratos de la familia del pintor, entre las que destacan de su mujer Clotilde y sus hijos.
Os dejo las imágenes de algunos rostros que me han parecido especialmente bellos:(ya que estaba permitido realizar fotos sin flash).

Como sabéis, también tiene pinturas que captan las peculiaridades de distintas regiones de España, así como paisajes de su última etapa, como la hermosa serie que hizo a San Sebastian, con el impresionante Rompeolas, durante el espectáculo de una terrible tormenta.

Después del gozo pictórico, también se puede admirar estancias como el comedor y las alacenas para culminar en un hermoso patio interior que hizo construir al modo andaluz y que está alicatado con cerámica del mismo Triana.

Varias muestras de esta cerámica y otras completan tan deliciosa visita en un salón que cuenta con un improvisado taller de pintura, que hace las veces de guardería de los mas pequeños, mientras los mayores visitan el museo.

Luz y ambientes de otro tiempo, en el corazón de Madrid, solo hace falta traspasarlo para entrar en el mundo en que vivió Joaquín Sorolla.

museo sorolla