viernes, 25 de abril de 2008

A mi también me gustaban...





A ciertas edades, uno ya pierde la vergüenza de declarar ciertas cosas.
Los recuerdos de la adolescencia, se ven como un borroso sueño, del que apenas se desdibuja algún sentimiento y alguna imagen.
Pero la música ahí queda, y no puedo dejar de emocionarme volviendo a escuchar notas que un día fueron todo mi mundo, mi pequeño universo en donde solo estaba yo, yo y los Pecos.

A todos nos ha pasado, fans, llevados por alguna corriente, en especial el género femenino.

A todas mis amigas le gustaba Pedro, el del pelo rizado, yo por ser original, prefería a Javier. Esa elección, daba pie a largas reflexiones entre nosotras, como si fuera el único tema a tratar en el mundo.

Muchas de nuestras madres y en el cole las monjas decían, que sus letras eran provocativas, incitaban al beso y al abrazo apretado.En alguna canción se atrevían con estrofas como esta:

Desnúdate, mi vida, quebremos la ignorancia,
juntémonos chiquilla, para sentir...


Fui a uno de sus conciertos, mi primer concierto, mintiendo en casa ¡claro! eso es lo que realmente daba emoción.
La coartada era facil de elaborar, pues eran a temprana hora los domingos, en los 40 principales que se hacían en el antiguo pabellón de baloncesto del Real Madrid.

Todavía guardo un cuaderno cuadriculado con algunas de sus fotos y entrevistas, pegadas con pegamento imedio de tubito y decorados con corazones de tinta roja ,ya descolorida, entre besos de carmín.

Tenía 15 años.


boomp3.com

4 comentarios:

  1. Yo también andaba por ahí, pero quizá era muy esnob, y andaba con punks, mods y otros bichos. El caso es que siempre me cayeron muy gordos. Lo siento, mariaje... :( A mi dueña también le gustaban, claro. ¿Sería sólo cuestión de gustos por sexo?, me pregunto retóricamente :D
    Un abrazo.

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  2. Ni te disculpes Fernando, no conozco a un solo hombre que le gustaran los Pecos...jeje.
    Había dos corrientes, en esos años 80, las que suspiraban por Leif Garret y "las Pequistas".
    El tiempo nos ha dado la razón, pués no hay mas que ver como se muestra el ídolo que pedia que "apoyaramos la cabeza en su hombro".

    Pecos for ever.!

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  3. A mi tampoco me gustaban, supongo que era cuestión de rivalidad. Curiosamente en ese concierto también estuvo Conchi ( la que hoy es mi mujer), sois de la misma edad. Recuerdo su emoción describiendo la experiencia.
    Lo que no puedo negar es que me conozco todas las letras de las canciones, en casa mi hermana (también de la misma edad) tenía todos sus discos y en la calle Conchi me las seguía poniendo e incluso cantando. je,je.

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  4. Jeje, pues un beso para la dueña de Fernando y otro para Conchi.
    ¡Quien sabe Raúl, si no estuvimos al lado cantando :

    Háblame de ti, de tu ansiedad
    De la eternidad, si fuera verdad
    Por dejar de sentirme en soledad
    Para hacerme tuyo

    ...que vueltas da la vida!

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