Su ambición no tenía límites.
Así un feliz Midas, rey de los Frigios, recibió con gozo, de Baco, el privilegio de convertir en oro todo cuanto tocaba en agradecimiento por haber salvado uno de sus silenos.
Cuando se dió cuenta que no podía alimentar su hambre, ni calmar su sed, volvió a implorar al dios del vino, el fin de tan desdichado encantamiento.
La solución, pasa por el rió Pactolo, tras lavarse allí, quedará curado de cualquier metamorfosis áurea, pero el rió, tendrá como secuelas, arrastrar para siempre pepitas de oro en la corriente de sus aguas.
El pintor francés Nicolás Poussin, bien conocido por sus temas mitológicos y clásicos, nos deja en el cuadro Midas y Baco, las claves de la historia.
Un arrodillado e implorante Midas, ruega a Baco que termine con su martirio.
Como veis, la escena se encuadra en un escenario típico de una "Bacanal", con personajes ebrios, descansando tras la fiesta.
Niños rollizos juguetean con una cabra, el vino, acabado como nos muestra la jarra derramada en primer plano, ha sido el causante de la falta de compostura, con que posan ante nuestros ojos, jóvenes y no tan jóvenes bebedores.
Así un feliz Midas, rey de los Frigios, recibió con gozo, de Baco, el privilegio de convertir en oro todo cuanto tocaba en agradecimiento por haber salvado uno de sus silenos.
Cuando se dió cuenta que no podía alimentar su hambre, ni calmar su sed, volvió a implorar al dios del vino, el fin de tan desdichado encantamiento.
La solución, pasa por el rió Pactolo, tras lavarse allí, quedará curado de cualquier metamorfosis áurea, pero el rió, tendrá como secuelas, arrastrar para siempre pepitas de oro en la corriente de sus aguas.
El pintor francés Nicolás Poussin, bien conocido por sus temas mitológicos y clásicos, nos deja en el cuadro Midas y Baco, las claves de la historia.
Un arrodillado e implorante Midas, ruega a Baco que termine con su martirio.
Como veis, la escena se encuadra en un escenario típico de una "Bacanal", con personajes ebrios, descansando tras la fiesta.
Niños rollizos juguetean con una cabra, el vino, acabado como nos muestra la jarra derramada en primer plano, ha sido el causante de la falta de compostura, con que posan ante nuestros ojos, jóvenes y no tan jóvenes bebedores.
Su posición nos recuerda las Venus clásicas, conocidas sin duda por el autor.
Al fondo, dos hombres se afanan en recoger del rio Pactolo pepitas de oro.
Aunque este cuadro es el mas representativo, de este relato mitológico, Poussin también recoge el momento preciso del baño en : Midas bañándose en el rio Pactolo.
Al fondo, dos hombres se afanan en recoger del rio Pactolo pepitas de oro.
Aunque este cuadro es el mas representativo, de este relato mitológico, Poussin también recoge el momento preciso del baño en : Midas bañándose en el rio Pactolo.
Oro y vino para una historia de ambición que nos vuelve a recordar que la riqueza no da la felicidad.
(Te dedico este post,mi buen amigo Trilce, sabiendo lo que te gustaba la Mitologia, me ha alegrado mucho volver a saber de ti en mi blog. Un abrazo.)
Gracias MB:
ResponderEliminarNo era mala fórmula. Cuitas resueltas a golpe de bacanal. Falicidad en lugar de felicidad.
Genial, Trilce, como siempre.
ResponderEliminarun beso.