Feria...

jalberto martinez

Hoy empieza la Feria de Abril .

Después de varios años, en los que la decoración de la Portada de la Feria, fueron homenajes a los centenarios de sus mas grandes equipos de Fútbol (Sevilla y Betis), el año pasado se hizo un recuerdo a la Giralda y esta año, una preciosa reseña al "costurero de la Reina",

Este recoleto edificio. cercano al Parque de María Luisa, junto al Palacio de San Telmo, luce un vistoso estilo neomudejar y fue mandado construir por Antonio de Orleans, duque de Montpensier, que estaba casado con la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón (hermana de la Reina Isabel II).

Si conocéis Sevilla, sabréis, que la ciudad se muestra camaleónica, con toda su magia, según los ojos que la miran y el empeño que en ella se pone.
Es sin duda una ciudad viva.

La Feria es el desbordamiento de la Fiesta y el baile hasta el agotamiento.
Pero no todo es tan tópico como parece.
Durante esos días, si se quiere "resistir" con dignidad y salud, tanto alterne, nadie conocedor de la Feria bebe pura Manzanilla o Fino.
¡No señor! ¡Eso no hay migraña ni hígado que lo resista!
Para divertirse y pasarlo bien, la imaginación inventó el "rebujito", que seguro sabéis que es un sucedáneo de los afamados vinos blancos.

El rebujito, lleva mucho de Seven Up o Sprite y menos de manzanilla, pero con mucho hielo, se hace un buen compañero entre sevillana y sevillana.



Claro, que del abuso, también confiando en lo liviano del preparado, se puede terminar ebrio,incluso "bailando sevillanas".

Y no os vayáis a creer que todas las sevillanas son iguales.
Hubo una época, aquí por Madrid, en que quien no bailaba sevillanas, no era nadie en una fiesta.
Se abrieron locales y academias, no dejaban de sonar.
Como todo boom, tuvo su tiempo, aunque los que de verás bailaban y las sentían en Sevilla, nunca vieron con buenos ojos esta moda de "bailarines de academia".

"Servidora, se defiende", pero lo que mas aprendí de esa época de salas rocieras en pleno centro de Madrid, es que la Sevillana es un mundo de historias, mas allá de canciones, de soniquete parecido para bailar.

Hay infinidad de estilos, y de tiempos, no es lo mismo una sevillana de baile rápido, que una rociera o una lenta de temas amorosos o de desengaño.

Para celebrar esta nueva Feria, os invito a un rebujito virtual y os voy a dejar un ejercicio de audio que al menos, se que os hará reir y llorar.

Esa es la magia de Sevilla, los extremos, la pasión puesta en todo.

La primera sevillana alcanzó una fama extraordinaria.

"Es un clásico" que no falta en ninguna caseta ningún año y por algo ordinaria que parezca, os aseguro que se baila hasta en las mas altas esferas: "Te voy a comprar unas bragas"...aunque tradicional mente siempre se pedía como :-Ponmé la de abujeritos...

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La segunda guarda todo el sentimiento que se puede expresar cuando se suplica a alguien que se quede, que se quede a nuestro lado porque lo necesitamos, en una declaración valiente y sin miedos que casi roza la desesperación: "Quédate" de Ecos de las Marismas.

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Feliz Feria.